jueves, 20 de enero de 2011

Mierda number 2

Miro la pantalla del ordenador. Vuelvo a bajar la vista al cuaderno...
He dormido 5 horas de 48, y empiezo a pensar que lo que veo, lo que oigo, lo que toco, no es real. Primero, mis ojos se centran en los esquemas del cuaderno, y me escuecen. Después, se toman un descanso mientras buscan alguna canción apropiada en el iTunes, y me arden todavía más.

Levanto la cabeza, las pupilas se dilatan ante la oscuridad de la habitación. Cierro los ojos, con la esperanza de poder volver a abrirlos y continuar con mi trabajo. Siento los colores, los huelo. Les sigue un pitido agudo, que me impide escuchar el silencio. Abro los ojos, ahora todo es mucho más claro, como si la luz estuviera encendida, o fuese ya de día. Las paredes se encogen, luego se separan. La esquina derecha está ahora a la izquierda, y algo similar le ocurre a la otra. Los muebles se distorsionan. Mi cama parece ser redonda. Mi estantería está llena de libros que se cambian el color de las tapas. Fuera de la ventana se oye a un grupo de gente bromear. Los observo, y me doy cuenta de que son tan altos como pudiera serlo un gigante. Gracias a la farola que tengo enfrente, la vida es de color naranja. Cierro las contraventanas, ésta se vuelve negra. Salvo la pantalla del ordenador. Y los apuntes, claro. Iluminados por el flexo de mi escritorio, me reclaman. Tengo que terminar los trabajos. Ya soñaré otro día...


PS: desde que empezaron las clases en el 2011, duermo una media de 4 horas al día... soy un zombi...

2 comentarios:

  1. Bienvenido a mi mundo, es un cansancio continuo!!

    Me he imaginado la escena qué rayada psicodélica... genial!

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  2. Paciencia, Dani.
    Es duro, pero tendrás tu recompensa con tus estudios. Al principio cuesta acostumbrarse al sueño, pero con el tiempo lo llevaras mejor. Yo me pasé así tres años y desde entonces no duermo más de 6 horas diarias.
    Aparte de eso, el texto me ha gustado mucho.

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